Hace un par de días tuve un sueño algo curioso.
Sí, era yo. Llevaba un traje azul marino que me quedaba como un guante. Muy formal. El pelo lo tenía recogido en un moño. Los labios, los tenía pintados. Y en la mano, llevaba un maletín negro. (No, no había atracado un banco...)
Corría como una loca por las calles de Milán. Corría, miraba el reloj. Tenía mucha prisa. Muchísima. Llegaba tarde. Llegué hasta una parade de metro, y bajé a toda velocidad por lsa escaleras. Justo en ese momento, perdía el metro que tenía que haber cogido. Esperé pacientemente hasta la llegada del siguiente...Subí a toda prisa. Ya dentro, intenté calmarme un poco. Iba atrasada. Pero ya quedaba poco. Por fin, volví a bajarme del metro y corrí. Corrí como jamás había corrido hasta un sitio que parecía una oficina. Entré.
Ya era bastante tarde. Un grupo de señores, que estaban sentados alrededor de una mesa, se quedaron mirándome. Algunos con una sonrisa, otros con cara de "¿¿Donde te habías metido??
Uff.....
martes, marzo 18, 2008
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