"Fuggi,cosa fuggi non c'è modo di scappare, ho la febbre ma ti porto fuori a bere,
non è niente stai tranquilla è solo il cuore, porta Ticinese piove ma c'è il sole,
quando il dandy muore fuore nasce un fiore, le ragazze fan la fila per vedere
la sua tomba con su scritte le parole: "io vi amo, vi amo ma vi odio però, vi amo tutti,è bello è brutto io non lo so...io vi amo,vi amo ma vi odio però,vi amo tutti
è bello è brutto è solo questo"
Creo que estas frases de una canción de Baustelle podrían definir lo que siento por Milán. Ésta vez no dejé muchos cabos sueltos, por suerte. Llegué sola, cogí el autobús desde Bérgamo hasta Milán, y ya allí me dirigí hasta la Stazione Centrale para llegar a Piazzale Loreto. Ya en el metro hubieron unos carteles que me llamaron mucho la atención....
O sea, que el milanés es inglés macarrónico según estos publicistas. En fin. Sin comentarios. A una persona con conocimientos del dialecto le mosquea un poco la cosa :D
La gente fue bastante amable y no me costó mucho encontrar el hotel. Una señora me dijo que parecía italiana. Llegada al hotel, empecé a mandar sms a todo el mundo. ¡Ya había llegado!
A la primera persona que vi fue a Marco. Fue algo extraño, no sé. Nos tomamos un campari con spritz. Nunca lo había tomado y la verdad es que sube mucho y rápido, así que hay que controlarse... Después necesité descansar un ratillo, y por la tarde-noche quedé con Maurix, que curiosamente vive en Cassano sull’Adda, al norte de Milán, cerca de Bérgamo. Me enseñó sitios muy bonitos, estuvimos tomando un helado allí. El chico de la heladería entró en shock cuando se dio cuenta de que hablaba el milanés. Maurix y yo acabamos tocando juntos en su casa. (Al final valía la pena llevar la pandereta) Me regaló un montón de cds.
El segundo día cogí un bus hasta Milán y ya me metí en un lío, porque, como era de esperar, se olvidé que había que fichar el billete y no llevaba el carnet de identidad encima (me lo había olvidado en Milán) pero por esta vez me dejaron estar. Este día me desorienté bastante y me sentí algo ansiosa, pero por suerte, una llamada a un amigo, unas cuantas personas que me indicaran más o menos el camino y el problema estaba resuelto. Me arreglé y salí, fue absurdo porque oía por todas partes silbidos, piropos y pitidos con los claxones. No es algo que me pase todos los días, y menos en Vigo. Me ví con Andrea Pinketts, (escritor de novela negra) aunque después vino un amigo suyo. La verdad que fueron bastante simpáticos, lástima que Pinketts no tenía mucho tiempo. El amigo estaba sorprendido, porque hablaba rápido y yo me enteraba de todo.
Por la noche, quedé con Andrea L, y hablamos en milanés, estsabamos muy contentos de vernos. A la vuelta al hotel me fijé que era verdad lo que me habían dicho: Habían puesto a los militares a vigilar la ciudad. Un latinoamericano me estuvo tocando las narices porque quería quedar conmigo. Evidentemente, pasé de todo.
Al tercer día, se repitió la retahila de piropos y silbidos. Compro un par de cosas en un supermercado, no tenía ganas de romperme la cabeza buscando un restaurante y los precios, y el día anterior ya había localizado un supermercado. Paso por delante de un colegio lleno de niños. Finalmente hablo con Matteo B, y quedamos en Piola, voy hasta su casa y hablamos un rato, también saludo a la madre que ya la conocía. Me sorprendió porque dijo que estaba estudiando español, y realmente era buena.
Esa noche me viene a buscar Andrea L con unos amigos, nos fuimos a cenar y a hablar en el Stardust, que la verdad es que es una especie de restaurante de autoservicio-buffet libre de esos que están geniales y que en Vigo por desgracia no hay. Fue bastante absurdo el hecho de que cuando ibamos en el coche, teníamos la canción de “umbrella” de fondo, y Andrea empezó a cantar una especie de versión a la milanesa. En vez de “under my umbrella”, acabamos cantando “Cata su l’ombrell-a” (sin comentarios...!)
El cuarto día, dejo el primer hotel en el que estuve. Compro compresas (una emergencia absurda con la que no contaba) y doy vueltas hasta que me viene a buscar Paolo. Nos encontramos finalmente en la estación de Lambrate. En su casa, los padres me recibieron muy contentos, el padre se lanzó rapido a hablar en dialecto (no me lo esperaba!) Comimos, vimos algún video de i legnanesi, (Compañía de teatro dialectal) hasta que Paolo, Gianluca y yo nos fuimos al concierto de Los Gamba de Legn a Mesero. Llegué y enseguida nos presentamos, la verdad es que el grupo fue muy simpático. Estaba en la mesa en la que estaban sus conocidos, allí estaba, cantando y casi bailando entre la gente. Querian subirme a cantar pero milagrosamente me libré. Aunque no me libré de cantarles después a ellos un trozo de la Madonnina :D. Hubieron muchas bromas, risas, conocí a gente... Eso sí, después iba cargada de regalos, ja, ja, ja. Dormí en casa de Paolo, en Barlassina. Según parece Ste me reconoció. Aunque no me dijo nada estando allí.
Al día siguiente me fui con Paolo a Como. Por desgracia, el tiempo no era muy bueno. De hecho llovió bastante, el lago se inundó. A pesar de todo comimos en Como, pero por la tarde nos quedamos en Barlassina.
Por la noche sin embargo, nos fuimos al Alcatraz y yo me lo pasé bien, aunque tenia los pies doloridos desde hacía un par de días y alguien me pegó un pisotón que me mató directamente. Debo decir que cada pista era casi como un campo de fútbol y que habrían unas 500 personas en cada una... Y no había ninguna pelea ni nada. Eso sí, habían seguratas dentro, quizás esa es una deficiencia que hay en muchos locales aquí en Vigo. Llegamos a casa de Paolo a las cuatro de la mañana.
El domingo estuvimos dando vueltas por Milán ciudad. Nos fuimos al Castello Sforzesco, (El castillo de los Duques de Sforza, ducado de Milán) que es precioso. También dimos una vuelta por un Naviglio, (canal de agua artificial, hay dos en la ciudad) la verdad que me quedé muy sorprendida viéndolo. Nos dimos una vuelta por la Piazza del Duomo, y finalmente nos recorrimos Vittorio Emanuele para acabar comiendo en una pizzeria en Lambrate. Ya que tenía los pies superdoloridos, nos recogió Gianluca en Lambrate.
Esa noche fue la última en casa de Paolo, el padre me hizo unos regalos, unas tallas en madera preciosas... El lunes por la mañana, Paolo me dejaba en Lambrate y yo me perdía. Me desorienté mucho, llegué hasta Piazza Argentina y llamé a Andrea, que intentó guiarme pero al final no valió de nada. Acabé preguntando a la gente y fue mucho más fácil. Dejé las cosas en el hotel. Ya estaba en el metro prácticamente cuando me llamó Laura DM.Así que quedé con ella y me llevó a una zona por la que suelen salir los universitarios. Nos tomamos algo y estuvimos hablando. Me hizo gracia que me contó que la madre tiene muchas ganas de ir a Santiago. Cuando nos tuvimos que despedir (estaba algo liada con la tesis de la universidad)
Dí una vuelta y me compré un trozo de pizza en una panadería. Voy al supermercado, compro una cosilla, me dejan tres personas pasar delante en la cola (creo que mi record estaba en dos) y me voy al hotel. Ese día también consigo hablar con Matteo C, que me dice que me llevará al aeropuerto.
Y llegamos al octavo día. Me doy vueltas, por Sant’Ambrogio, por el Duomo, descanso un rato en el hotel, y quedo con Laura B, en el parque Sempione (que es donde está el Castello Sforzesco) Aprovecho después para comprar algunos regalos para casa. Me hizo mucha gracia que cuando bajé al metro oí hablar a un señor mayor que trabajaba allí en milanés. Hablé con Pinketts por teléfono, y después vino a junto mía Andrea L, a hacerme algo de compañía.. jajaja.
En mi último día, me perdí en la zona del Castello. Estaba cansada, asi que compré galletas y agua en un super.
Volví al hotel, me tumbé un rato, y conseguí quedar con Ul Mik y otro componente de los Longobardeath por la noche en la piazza del Duomo. Nos tomamos algo, y ellos también me regalaron cosas (un cd, una camiseta y una chapa). Lo pasé bien.
Cuando volví al hotel, me vi negra. Me vi negra para hacer la maleta porque tenía demasiadas cosas, y me ví negra porque no encontraba el carnet de identidad (que por no variar, estaba en el sitio más estúpido en el que podría estar) Hablo con Matteo C y me dijo que descansara un rato, y que me daría una perdida cuando estuviera llegando para irme a buscar. Cuando me dio la perdida bajé, aún lo esperé un rato. De hecho, pasó un coche de los carabinieri y me preguntaron si iba todo bien. Yo les dije que sí, que solo estaba esperando a un amigo y se fueron. Cuando llegó Matteo, el también me tenia un regalo, un peluchito muy chulo. Me dio pena porque no habíamos podido estar juntos antes y porque vino solo para llevarme al aeropuerto. Además se tenía que levantar al día siguiente, así que me dejó en el aeropuerto y ya nos despedimos. Total, que vuelta a empezar. Entrar en el aeropuerto, entregar la hoja, coger el billete, facturar el equipaje, y buscar la puerta. Unas tres horas de avión y estaba en Oporto. Me vinieron a buscar mis padres, y la verdad que había recuperado algo de sueño en el avión, así que no me fui a dormir en el momento, tenía “demasiado que hacer” ja, ja, ja!
Estoy contenta, pero no me quería ir. A ver si para la próxima me quedo a trabajar o algo así una temporada... Ya sé lo que me toca.
sábado, septiembre 20, 2008
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2 comentarios:
Qué barbaridad de cosas has hecho y a cuantas personas has visto! A eso se llama aprovechar bien un viaje. Me alegro de que hayas disfrutado tanto de Milán. Yo todavía no he podido volver. 1 bs.
Yo solo espero que para la próxima sea por un periodo largo, me hace falta :D
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