martes, agosto 19, 2008

Combatiendo

No puedo dormir.

No soy capaz de dormir, un poco por la sed, otro por el calor y quizás otro poco por mis pensamientos. Quedan unos 21 días para Milán segunda parte. Todo un reto, pero ayer algo me demostró que ahora estoy preparada.

Ayer volví a vencer a uno de mis problemas más graves, la desorientación, producida posiblemente por problemas como la hidrocefalia y la dislexia, con los cuales se convive, o almenos en mi caso. Ayer marqué otro tanto. Estoy ganando el partido por cuatro a dos, más o menos. No lo sé realmennte, pues la hidrocefalia me ha metido algún que otro gol, pero ahora soy yo quién la acribilla. Primero, perdí el miedo y empecé a moverme por Vigo. Después, pasé el miedo de perderme por Milán y descubrir que no pasaba nada, pues nunca estaré sola. Y durante este verano, la desorientación me ha complicado las cosas. Pero ayer volví a vencer una vez más, y conseguí llegar yo sola al pabellón de los deportes del Berbés. Me parecía muy difícil, pero a veces un cambio de estrategia lo cambia todo.

Sí, ahora estoy preparada para la vuelta a Milán. Teniendo en cuenta que dormiré cerca de Piazzale Loreto y que ahora sé usar el metro y que no estaré sola, todo irá bien desde el momento en que me suba al avión.

¿Quién dijo que la hidrocefalia era invencible?

1 comentario:

Perséfone dijo...

Debe ser terrible sentirse perdida o desorientada en medio de una gran multitud, pero por supuesto que no hay nada invencible. Lo estás haciendo simplemente genial.

Me encanta tu actitud.

Un abrazo.

PD.- ¡Cada vez queda menos para Milán ¿Eh?!

 
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