Madrid: A la tercera va la vencida

Estoy contenta, porque esta vez, mi tercera vez en Madrid, ha sido distinta, a pesar de las horas durmiendo en el coche...

Lo he pasado muy bien. Me marché con Adrián y Salomé, y después de muchas horas y muchas paradas en estaciones de servicio (Salir de Galicia cruzar por Ourense y atravesar Castilla y León tiene su tela...) llegamos a Madrid. Nos fuimos a la estación de Atocha. Después estuvimos dando vueltas, especialmente por la Gran Vía, ya que yo tenía que comprar un vestido para la boda de Marta, en un par de meses. Cogimos un autobús porque Salomé tenía que hacer un exámen en la Universidad Europea de Madrid, así que Adrián y yo nos tomamos algo hasta que salió. Me llama la atención que los autobuses interprovinciales los llevan la administración pública en Madrid, en Vigo los autobuses no tienen nada que ver con la administración, almenos hasta donde yo sé.

Cuando Salomé salió, nos fuimos a comer a un restaurante vegetariano, (Fres.Co ) que desde mi punto de vista, es un paraíso! En plan autoservicio y buffet libre, o sea, que te tomas lo que te da la gana y en la cantidad que te de la gana. ¡Es una gozada! Jooo que pongan uno así en Vigo!

Creo que está de más decir que también hicimos un par de paradillas en el Starbucks... otro lujazo que aquí no tenemos.. (grrr!)

Otra cosa curiosa es que Madrid estaba llena de italianos. Quizá por eso, y por echar una mano a Salomé (Ha acabado 2º) estuvimos hablando en italiano bastante tiempo. Aún encima, yo con mi muñequera de Italia, toda chula,ja,ja,ja.

Para mí también ha sido un pequeño placer volver a coger el metro. Me encanta ir en metro, y es una de esas cosas que llevaba un año sin hacer. Me encanta bajar, sentir toda esa bocanada de aire mientras no se detiene, y abalanzarme hacia la puerta. Eso sí, hablando de italianos, una de las veces que iba a entrar en el metro, un señor trajeado al que habíamos ya oído hablar por teléfono en italiano, me hizo una pregunta y se la respondió prácticamente solo (menos mal, porque yo Madrid no la conozco...) El caso es que cuando entramos en el metro ahí estaba, y Salomé estaba preguntándome dudas de italiano... yo explicándole, también le hice algún comentario sobre la lengua milanesa (no podía faltar) Y el señor sé que nos estaba mirando con curiosidad, yo estaba intentando contenerme las ganas de reír...

De noche fuimos a tomar algo con un amigo de Adrián, total, que él y Salomé estaban hablando del examen y de cosas relaccionadas con ese tema. Yo estaba medio dormida, se me cerraban los ojos... Y bueno, ya cuando nos despedimos, intenté dormir un poco. Pero las cosas no salieron bien del todo: Adrián en una estación de servicio se pasó un poco con lo que tomó, y no estaba en buenas condiciones para conducir. Por lo tanto, tuvimos que pararnos en una estación de Castilla y León, y al final nos tuvimos que quedar a dormir en el hostal que tenían allí. Por la mañana, ya todos estábamos mejor, y después de desayunar algo, continuamos con el camino de vuelta, a tumbos y con muchas paradas. A Vigo llegamos sobre las 16.00. Aprendí que la autopista a seguir es la A52 y que es mejor estar atento si no quieres andar a tumbos....