Milán

La echo de menos. Mi esperanza por volver en septiembre, a veces se vuelve tormento. Y es que nadie comprende, nadie comprenderá. Lo que viví en Milán en una semana no podría haberlo vivido en Vigo en tres años. Ni en Vigo, ni en Valença, ni en Madrid... Tampoco había sentido nunca esa sensación anterior de haber estado ya allí.

Milán para mí significa música y literatura. Significa serenidad. Significa locura y felicidad. Lo confieso, cuando estuve en Milán parecía una loca. Rodeada de amigOs (todos los amigos ocn los que pude quedar son hombres...) mayores que yo, (razón por la que mi madre estaría aterrorizada) Saltando de metro en metro (después de un par de días me apañaba, aunque al final me perdí, ja, ja) Y mirando hacia todos lados. Las imágenes de la ciudad están impresas en mi mente, aunque mi memoria visual no suele funcionar muy bien. A veces me entra "morriña". Y lloro como una idiota. Aunque no más que el penúltimo día, y la última noche que dormí allí. Cuando el avión salió desde Malpensa, mis lágrimas eran inevitables. A la llegada a Madrid, caras de muerta, mientras algunos italianos aplaudían felices por haber llegado. A poco más y dejo atrás el billete Madrid-Vigo. Pero era comprensible. ¿Cuántas horas habíamos esperado en Barajas? 5? No sé. No me acuerdo muy bien, recuerdo que de Milán salimos de noche, el recorrido Milán- Madrid dura unas dos horas y media... Y a Vigo no llegamos hasta las 7 de la mañana, si no recuerdo mal. Y aún fui para clase, jaja.

A mi vuelta, tuve una energía muy especial que me impulsó a hacer muchas cosas, y me duró meses. Al mismo tiempo, tuve sueños muy raros almenos por tres meses. Las imágenes de la ciudad aún están muy vivas en mi memoria. De la ciudad y de algunas cosas muy fuertes que me pasaron allí. Quiero volver. Necesito volver. Necesito resolver muchas cosas. Cruzo los dedos para volver en Septiembre, pero tengo miedo a que algo me frene. Eso sí, si me voy sola, me parece que haré Oporto-Milán.