Siempre he sido una persona terriblemente sensible, y de extremos generalmente, cuando quiero a una persona, la quiero mucho, también si es una sensación de aprecio, y en el sentido contrario, cuando odio, odio de verdad. Y después están esas personas con las que tengo sentimientos encontrados.
Generalmente quedan secuelas de todo; Lugares, canciones, cartas a amigas, recuerdos imborrables. Precisamente son mis amigas, las que han conseguido tirarme hacia adelante en mis peores momentos emocionales, en esos en los que me preguntaba si mi vida tenía sentido, en edades duras adolescentes. A partir de mis 15 añitos tuve esa etapa emocional, hasta bien entrados los 17, ahora que tengo 18, y que poco me falta para los 19, todavía lloro a veces, con canciones que me recuerdan cosas. Aunque ahora en realidad estoy bastante bien.
Recuerdo chicos por muchas letras del abecedario, aunque sólo hubo uno que siempre se mantuvo en esa lista emocional... hasta ahora que creo que, por fin lo he superado y estoy en una etapa emocional de las mejores que he tenido, pues el corazón a veces no miente. Aunque se ciega demasiadas.
Ahora estoy enamorada, aunque veo las cosas un poquillo difíciles, pero no lo estoy pasando nada mal. He abierto los ojos. Por fin he sobrevolado sobre mis emociones pasadas. Ahora estoy fuerte y ya no soy esa niña inocente fácil de engañar.
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